Aprendí que la pobreza es abandonarse a sí mismo. A mi no me vengas con lágrimas derrochadas en un frasco en momentos de ausencia de papel verde. Astucia no es sabiduría y pobreza no es más que la falta de ganas de reír. Un atardecer de primavera color grís. 


Acepto mis errores de la misma manera que busco agradecer los tuyos. Abro la caja de Pandora de mis problemas y en silencio contemplo la magia elemental de lo mental. Una vez más.


Texto: Celina Anf. 

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