—Sinestesia, ¿qué es la música?

Le gustaba entablar conversaciones con gente dedicada al arte. Sabía que cualquier manera de arte tenía sus bases de manifestación en lo intangible, en algo difícilmente explicable que a la vez puede ser sentido de manera única y profunda. 

¿Porqué tu elección a la música? preguntó Dario inmerso en curiosidad y en una sensación digna de estar a punto de escuchar algo magistral.

Es una pregunta que anhelo responder contestó el guitarrista de la banda, en la misma sintonía que emanaba su entrevistador—. La música es algo con lo que conecto desde que tengo uso de la razón. Siento cada sonido como mimo. Hacer bailar las cuerdas de la guitarra nos regala unos sonidos percibidos por mí como alegría dura y pura. Los sonidos son energía y vibración lo cuál sería poder transparente y de ahí es que siento algo más allá de lo humanamente percibido en la música, por ende encuentro su dificultad para describir lo que causa sus sensaciones. 

Se trata de sentir.

Sentir y sólo sentir. el guitarrista cuya sonrisa deslumbraba pasión ante lo recientemente dicho le ofreció una tarjeta con el nombre de la banda y apenas algo de información sobre sus integrantes. La banda se llamaba LaundroJazz, cuyos siete integrantes trabajaban en lugares dónde les eran solicitados para evadir los ambientes con su música. Darío tomó la tarjeta, le devolvió una sonrisa y se alejó apenas unos metros del lugar conglomerado de personas y sus curiosas preguntas. 

Mientras se ponía el abrigo que le había mantenido la sangre caliente aquella tarde de frío, no pudo evitar escuchar las voces de unas cuántas personas más generando preguntas en el aire.

Hace un rato te vimos hablando con una chica, ¿Es tu novia? detonó en el aire una voz femenina.

¿En qué tienda de música compraste tu saxofón? Muchos quieren saber si se te hizo económica la compra. interrumpió una gravedad auditiva masculina.

Dario Temples salió del restaurante con esas últimas interrogaciones cómo adorno en sus oídos. Sentía la música de minutos atrás aún presente en él. No tardó mucho en retirar la tarjeta de su bolsillo para volver a ojearla. LaundroJazz. Dió vuelta el pedazo de papel plastificado para encontrar la información de los integrantes. "... y en la guitarra, Darío...". Darío. Agradeció el haber dejado su coche cuadras más allá del lugar en dónde cenó, decisión que más tarde le regaló una satisfactoria caminata.


Texto: Celina Anf. 
Fotografía protegida por derechos de autor.


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